Al tener el privilegio de ver el filme Pane e Cioccolata, recorde un momento de mi vida en el que me identifique por completo con Nino. Cuando uno como inmigrante llega a un país completamente diferente y siente la presión interna de tener que “fit in” o encajar con esas costumbres y esas personas que al verlas a uno les parecen “cool” cuando realmente, uno siempre debe reconocer de donde uno viene y cargarlo con orgullo. En una parte del filme, al ver que el equipo de Italia gana el partido de futbol Nino se ve completamente tomado por su orgullo y comienza a celebrar la victoria. Pienso que todos deberíamos de llevar ese orgullo de donde venimos a donde sea que lleguemos al mundo.