por Alejandra Orengo
Swept Away fue una película llena de emociones, risas y momentos incómodos. Lina Wertmüller, la directora, hace un excelente trabajo transmitiendo en pantalla las diferentes dimensiones del privilegio en una sociedad patriarcal y capitalista. No fue coincidencia que los personajes principales fueran una mujer blanca y un hombre negro. Las mujeres blancas, aunque son mujeres, gozan de un estatus social alto debido a su proximidad al hombre blanco y a su color de piel. Por otro lado, el hombre negro sufre de un estatus social bajo, pero su sexo masculino le da una ventaja sobre las mujeres. Es interesante como una vez ambos terminan en una isla deserta sin leyes y gobierno los papeles se invierten. Las vulnerabilidades de la mujer blanca quedan expuestas ya que no tiene al hombre blanco ni al dinero para protegerse. Por otro lado, el hombre negro queda libre de la jerarquía social que lo sometía a subordinación y ejerce fuerza en contra de la mujer debido a su sexo.