En Pane e Ciocolatta , Nino Manfredi interpreta a Nino, un inmigrante italiano que ha tomado un trabajo como mesero en un elegante resort suizo. Cuando lo despiden de su puesto de camarero, una serie de percances cómicos atrasan los esfuerzos de Nino por asimilarse a su nueva situación. A medida que los esfuerzos de Nino no dan frutos, su actitud pasa a una de” soy alguien en la vida”. Las escenas con Nino son cómicas, a veces parecen exagerados, pero los cineastas nunca pierden de vista su tema, la brecha oculta entre los ricos y los trabajadores pobres.
Luego, cuando Nino decide regresar a Italia es que la película nos entrega el climax. Cuando Nino se encuentra cabalgando con otros trabajadores italianos, estos cantaban “Sunny Italy” canción que menciona el maravilloso vino italiano y la belleza de sus mujeres. Es aquí cuando la frustración de Nino estalla y le dice a todos que son unos tontos por creer dicha fantasía. Al final, cuando vemos al tren desaparecer por las vías, emerge un Nino con maleta en mano lleno de confusión. Pane e cioccolatta nos da enseñanzas efectivas sobre el desplazamiento, la identidad y el conflicto de clase.