El Decameron (1971), cuya fue dirigida por Pier Paolo Pasolini, es un conjunto de historias basadas en el tiempo luego de la peste bubónica. Para mí, esta película es una de las más creativa y sorprendiente que he visto hasta el momento, gracias a su humor, ironía y las historias tan inesperadas. Una de las escenas que me captó más la atención fue la de la mujer que quería convertirse en burro para que su pareja la pudiera utilizar para trabajar más y ganar mejor dinero. La idea de que en un mundo, en donde no existe la magia, ella pensaba que esa transformación era posible solamente porque un señor le mintió, me hace agradecer aun más la educación que recibimos hoy en día. Aunque esto es una película, esta escena me hizo pensar “¿habra pasado una situación similar en los tiempos en donde la ciencia aún no era un tema que nos permitía diferenciar lo real y las falacias?”. La malicia de las personas que actúa en contra de la inocencia de otras es una combinación fuerte que aún predomina, y considero que esa escena lo presentó de una forma muy clara. Esta línea de pensamiento, más otros comportamientos sociales con efectos cuestionables, se reflejan en el resto de la película. Además, gracias a que es una película que va a un paso rápido e inesperado, se la recomiendo a todo aquel que realmente se quiera despejar de la actualidad.