Dirigida por Michelangelo Antonioni, “La Aventura” comienza con un paseo en yate de unos individuos de alta clase alrededor de unas islas. Uno de los personajes de la historia, Anna, se encuentra insatisfecha con su relación con Sandro. Este sentimiento lo veremos reflejado en el resto de los personajes a través de todo el filme. Cuando el yate se detiene en una isla, Sandro y Anna tienen una discusión, la cual termina con esta última declarando que quería estar sola. Luego de esto, Anna desaparece y no la volvemos a ver por el resto de la película. Claudia, la amiga de Anna, quería intentar todo lo posible para encontrarla. Sin embargo, a raíz de la desaparición y búsqueda de Anna, Claudia y Sandro comienzan a tener un romance, aunque bastante superficial. Esto se puede evidenciar con la escena de Sandro titubeando para decirle “te amo” a Claudia. A través de todos estos momentos, podemos ver la naturaleza indiferente de los personajes, y cómo son muy apáticos en sus relaciones interpersonales y en su manera de conducirse por la vida. La desaparición de Anna permanece en el olvido y queda al descubierto lo vacíos que son el elenco entero. Aunque aprecio la composición cinematográfica de las escenas y el mensaje sobre las personalidades de los individuos, la película me resultó un poco difícil de ver, y no fue de mis favoritas.