Por Alejandra N. Torres Santiago
En esta clase hemos visto varias películas italianas, que por diferentes razones han tenido importancia para el desarrollo del cine italiano. Solo comentaré sobre dos películas. Serán “La Vita e Bella” y ” Non ti moveré”. Estas producciones tienen 7 años de diferencia. Sorpresivamente, me gustó la más “antigua” de las dos.
Comenzaré por hablar de “Non ti muovere” (2004). Es una película basada en una novela de la escritora irlandesa, Margaret Matzzantini, y fue dirigida por Sergio Castellito, quien también es uno de los protagonistas. En la película una mujer indigente (Penélope Cruz) se involucra con un médico de la clase superior (Castellitto), donde su relación luego se convierte en síndrome de estocolmo.
Hasta ahora esta es la película que menos me ha gustado de las que hemos visto en clase. El valor de la producción es bastante bajo. La actuación de Penélope es lo que más sobre sale. Lo confirma que la mayoría de las nominaciones de la película eran para ella. No me gustó la dirección. En términos de la historia, no hay muchas películas que me hagan sentir incómoda, pero esta definitivamente lo hizo. No he leído la novela, así que no puedo comparar. Pero esta película se sintió que estaba romantizando una relación abusiva. Aunque entiendo que eso es lo que es el síndrome de estocolmo, pero cuando acabamos la película en la discusión que tuvimos, demasiada gente mencionó el amor. Lo entiendo, porque el final parece de una película romántica (y es categorizada como una, también). En mi opinión, pudo ser mejor dirigida porque pareció más horror.
La segunda película de la que comentaré es “La Vita e Bella” (1997). Escrita, dirigida y protagonizada por Roberto Benigni. Es una comedia dramática de, Guido (Benigni), un bibliotecario judío y su hijo se convierten en víctimas del Holocausto. Él busca proteger a su hijo de los peligros que los rodean en el campamento de concentración. Utiliza su voluntad, humor e imaginación para lograrlo.
El primer acto de la película, se trata de presentar su manera particular de ver la vida. Como en cada pequeñez él es capaz de ver una posibilidad y oportunidad. Roberto no es el mejor de los actores pero supo manejar este personaje. En general, es una buena película (actores, cinematografía, sonido, diseño de producción). Pero definitivamente, mi aspecto favorito fue la música. El score es hermoso. El compositor, Nicola Piovani, hizo un buen trabajo en encontrar un motiv, al que visitó en muchos cues (en momentos claves), para crear una mayor conexión entres las escenas felices a las más nostálgicas.
A la hora de recomendar películas, soy muy mala. Aunque opino sobre ellas, siempre las recomiendo para escuchar diferentes tipos de vista. Así que, aunque me gustó una y la otra no, si me preguntan, les diría que vean ambas.
Referencias: